𝐓𝐈𝐉𝐔𝐀𝐍𝐀 𝐄𝐒𝐓Á 𝐇𝐄𝐑𝐈𝐃𝐀 𝐏𝐄𝐑𝐎 𝐍𝐎 𝐕𝐄𝐍𝐂𝐈𝐃𝐀

𝐀𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭𝐨 𝐂𝐚𝐩𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐬𝐞 𝐫𝐞𝐮́𝐧𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐢𝐣𝐮𝐚𝐧𝐞𝐧𝐬𝐞𝐬 𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐟𝐮𝐧𝐝𝐞 𝐚́𝐧𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐜𝐭𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐥𝐢́𝐭𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐭𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐲 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨, 𝐬𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐩𝐞𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐚𝐳 𝐲 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐩𝐮́𝐛𝐥𝐢𝐜𝐚𝐬, 𝐬𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐥𝐢𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚‧
-𝐋𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐝𝐨𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐦𝐮𝐧𝐢𝐜𝐢𝐩𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐟𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐨𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐢𝐦𝐩𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚𝐜𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐲 𝐝𝐞𝐬𝐦𝐨𝐫𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐧 𝐚 𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝‧
-𝐋𝐨𝐬 𝐥𝐢𝐝𝐞𝐫𝐚𝐳𝐠𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐨𝐫𝐠𝐚𝐧𝐢𝐬𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐙𝐨𝐧𝐚 𝐄𝐬𝐭𝐞 𝐬𝐞 𝐚𝐩𝐮𝐧𝐭𝐚𝐧 𝐮𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐞́𝐱𝐢𝐭𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐨𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐭𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐞𝐯𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝𝐚𝐧𝐨𝐬‧

Nuestra querida Tijuana está herida, y si los ciudadanos no se unen para revertir el estado de descomposición en que nos ha sumido un gobierno municipal acobardado que se esconde en un cuartel militar en vez de encabezar la batalla a favor de la seguridad y la paz públicas, en tres años la ciudad será territorio controlado por la delincuencia.
Sin temor a las secuelas que pudiesen tener sus reveladoras expresiones sobre el degradado clima de alta violencia que vive hoy día la ciudad, el experto en seguridad y ex secretario de Seguridad Pública en Tijuana y en dos entidades del país, Alberto Capella Ibarra, desgranó una a una las perniciosas estadísticas que nos hacen la quinta ciudad más violenta del mundo y la primera en el país, un deshonroso lugar en que nos han situado unas autoridades municipales que se distinguen por su apatía, cobardía y torpeza para enfrentar la criminalidad de Tijuana.
La apatía porque gobiernan de espaldas a la ciudadanía y para una agenda personal y política; la cobardía porque la cabeza principal de la ciudad, la alcaldesa Monserrat Caballero, prefirió esconderse en el Cuartel Militar en vez de liderar el combate a la inseguridad, y la torpeza porque han sido incompetentes para frenar la lamentable tendencia de los homicidios dolosos que se suceden en Tijuana al espantoso ritmo de cinco víctimas letales por día.
Alberto Capella denunció lo anterior ante un salón pletórico de ciudadanos que buscan respuestas a la inseguridad que reina en sus calles y colonias. La audiencia que lo acompañó durante el Foro de Seguridad “Estrategias para el combate a la extorsión en Tijuana”, compartió con el expositor desalientos y esperanzas ante el clima de intimidación en que viven los tijuanenses a causa de la impunidad con que actúan los delincuentes, pero que a la vez tienen expectativas y certezas de que esto cambie con la unión ciudadana, con actores políticos verdaderamente comprometidos con su ciudad y mejores estrategias de seguridad pública.
El también activista social que alguna vez conmovió y levantó de su zona de confort a la sociedad tijuanense que ya estaba harta de la inseguridad pública, habló ante su auditorio desde la estadística dura generada por organizaciones independientes especializadas -como el expositor- en temas de seguridad pública.
Los resortes que impulsan a Capella Ibarra a denunciar la indolencia gubernamental en materia de seguridad pública no obedecen a caprichos, revanchas ni inventos personales sino al análisis serio y profesional de otros ciudadanos que comparten con él desencanto y frustración frente a la crisis de seguridad en que viven las familias tijuanenses.
Para ilustrar el estado de cosas que prevalecen en la ciudad, ilustró que Tijuana ocupa el quinto lugar en el ranking mundial de las ciudades más violentas, con una tasa de 105 homicidios por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C.
A lo anterior agregó que de cada cien crímenes que se comente en Tijuana, sólo uno de los delincuentes que lo comete, obtiene una sentencia, que no siempre es condenatoria. Es decir, únicamente al 1 por ciento de los 100 casos es resuelto, lo que significa que hay una impunidad prácticamente total, porque delito que no se castiga, se vuelve a cometer.
Sin embargo, la tragedia de los homicidios dolosos no es la única que le acontece a la sociedad tijuanense. A la anterior se agregan la extorsión (el famoso “cobro de piso”) que ha adquirido carta de residencia en la ciudad sustituyendo al secuestro.
Sobre lo anterior explicó que las autoridades presumen ahora que se ha reducido el índice de secuestros en la entidad y en Tijuana. “Pues claro, ahora le resulta más cómodo al delincuente llegar con el comerciante y decirle que le pagará para dejarlo trabajar. Y luego llegará el delincuente de otro cartel a amenazarlo de que si le paga a aquellos también le va a pagar a los suyos”.
Tijuana está acorralada y si las autoridades no actúan contra el crimen, la ciudad quedará totalmente secuestrada por la delincuencia.
En este punto, Alberto Capella reiteró el funesto pronóstico de que si la autoridad municipal sigue indolente e inepto ante el crimen, en tres años la ciudad ya no será de los tijuanenses sino de los delincuentes.
Al foro sobre seguridad pública también fue invitado el mayor general Fabián Laurence Cárdenas Leone, un experto en asuntos de seguridad pública, con 37 años de experiencia en su natal Colombia.
Al hacer uso de la voz, el experto policiaco con formación castrense se dijo tijuanense de corazón y a cuya sociedad admira por su transparencia y valentía y con la que comparte la tragedia que le sucede actualmente.
Por lo anterior dijo que era necesario apoyar a los líderes ciudadanos, pero también que le exijan resultados. “No se acostumbre a vivir mal (en medio de crímenes y extorsión)”, acotó al lamentar la circunstancia actual en que viven los tijuanenses.
“Ustedes tienen gran líder reconocido en el extranjero”, añadió en su intervención, y aseguró que en su país, Colombia, son muy celosos en reconocer a extranjeros y sin embargo, Alberto Capella se ha ganado el reconocimiento de las instituciones y de las corporaciones.
El Foro sobre Seguridad Pública fue organizado y patrocinado por las organizaciones ciudadanas de la Zona Este comenzando por el Comité Ciudadano Zona Este que dirige el Maestro Marco Antonio González Arenas, junto con el presidente del Grupo 33 de Baja California, Margarito Bañuelos y el dirigente del Colegio de Abogados de la Zona Este, abogado Aníval Ramírez Valdivia.
Desde sus respectivas dirigencias lideraron sus estructuras y membresías para hacer posible este evento ciudadano que generó un sinfín de respuestas y adhesiones a un proyecto de unidad indispensable para revertir la ostensible degradación de un gobierno reacio a escuchar el clamor ciudadano.