Ensenada, Baja California. — Andrés Martínez Bremer, presidente de Proturismo de Ensenada, declaró que en reunión con la nueva Secretaria de Turismo de Baja California, Zaida Luz López Sánchez, presentó un análisis y propuestas que buscan una agenda coordinada entre gobierno, iniciativa privada y sociedad para el fortalecimiento del turismo estatal.
Martínez Bremer destacó que el punto de partida es contar con indicadores reales sobre la percepción del destino. Señaló que la ocupación hotelera acumulada a agosto de 2025 en Ensenada se ubica en 43.3 %, con una marcada diferencia entre fines de semana y días hábiles: viernes y sábado promedian 64 % en la ciudad y 55 % en el Valle de Guadalupe, mientras que de domingo a jueves caen a 36 % y 25 %, respectivamente. Estos datos confirman que el municipio sigue siendo un destino de fin de semana.
Agregó que las herramientas digitales permiten medir de manera más clara la voz del cliente. Expuso que plataformas de inteligencia artificial califican la popularidad del destino en 61.6, cuando el parámetro deseable sería por lo menos 75. También revelan áreas de oportunidad en la percepción de costo del hospedaje, donde la satisfacción alcanza solo 47.7 %, lo que refleja un reto en materia de competitividad.
En materia financiera, pidió que se liquide la deuda del ISSH con el fideicomiso de promoción turística de la administración anterior y que se restituya el 65 % de los ingresos al fideicomiso estatal, una vez concluidos eventos como la Serie del Caribe y el Tianguis Turístico. Asimismo, planteó que el 29 % se destine a Cotucos y Proturismos, organismos locales que, dijo, deben fortalecerse como administradores y gestores eficientes en cada municipio.
Propuso también modificar las reglas de operación del fideicomiso estatal para que la promoción incluya inversiones en infraestructura urbana como parte de la experiencia turística, entre ellas la reparación de calles, la señalética y el embellecimiento de espacios públicos. Añadió que los comités de mercadotecnia deben integrar de manera permanente a liderazgos de toda la cadena de valor turística, desde hoteleros y restauranteros hasta operadores de experiencias.
Un reto adicional, subrayó, es dejar de depender solo del turismo de fin de semana. De no generar productos que atraigan visitantes de lunes a jueves, la ocupación permanecerá en niveles de 35–36 % en la ciudad y 25 % en el Valle de Guadalupe. Por ello, propuso mesas de trabajo para diseñar experiencias de martes a jueves, incluyendo rutas gastronómicas, turismo de reuniones, actividades culturales, de negocios y deportivas.
Martínez Bremer sostuvo que todas estas propuestas solo podrán materializarse con un esquema de corresponsabilidad entre gobierno e iniciativa privada. Explicó que los proyectos estratégicos requieren financiamiento transparente, reglas claras y la participación activa de los sectores que generan empleo y valor en la industria turística.
Concluyó que el reto es consolidar una política pública de largo plazo que reconozca al turismo como motor económico y social de Baja California, con instrumentos permanentes de coordinación que permitan planear con visión y superar la dependencia de ciclos cortos o eventos aislados.

